Este concepto de Ciudad por el Comercio Justo surgió en el año 2000, cuando los ciudadanos de la localidad inglesa de Garstang se unieron para introducir productos de Comercio Justo en diferentes espacios de la ciudad, desde colegios, empresas, tiendas y cafeterías hasta en el propio Ayuntamiento.
Esta idea se ha ido extendiendo internacionalmente y ya hay más de 630 localidades con el status de Ciudad por el Comercio Justo. Para conseguir este título se tiene que cumplir cinco criterios:
1. Aprobar una resolución favorable al Comercio Justo y al consumo de este tipo de productos por parte del Ayuntamiento.
2. Ofrecer productos de Comercio Justo en cafés, restaurantes y tiendas de la ciudad.
3. Compromiso del sector privado y organizaciones introduciendo este tipo de productos en el consumo interno.
4. Comunicación y sensibilización a la ciudadanía sobre el Comercio Justo.
5. Creación de un grupo de trabajo local que coordine el programa.
Estos criterios implican un compromiso de todos a favor del Comercio Justo.
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