
Las invitaciones, por ejemplo, pueden ser de papel reciclado o ser enviadas por email. El vestido de novia, de materiales orgánicos (que se pueden comprar por internet) o incluso de segunda mano. A los invitados ya no se les da un puro sino un obsequio de comercio justo o una tarjeta solidaria (participaciones en microcréditos o planes de cooperación). Las llamadas ecobodas se han puesto de moda y son una forma alternativa de celebrar el gran día comprometido con el medioambiente. Incluso la luna de miel puede estar ecológicamente a la altura. Según declara la Organización Internacional de Ecoturismo Ayako Ezaki a Efe, hay muchos novios que se instalan en cabañas en mitad de un bosque o una selva y comen lo que se cultiva en ellas y aprenden algo de artesanía local.
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