jueves, 20 de noviembre de 2014

Cacao de Comercio justo, el único cacao sin trazas de explotación infantil



Aunque cueste creerlo hay realidades demoledoras de explotación infantil como las que viven diariamente millones de niños y niñas en las plantaciones de cacao africanas. El trabajo infantil y las formas más salvajes de explotación y de esclavitud que sufren los menores de edad en estas plantaciones no son un hecho aislado ni inevitable, sino la consecuencia de un sistema comercial injusto que se basa únicamente en el beneficio económico de unos pocos.

El Comercio Justo no sólo asegura que los productos derivados del cacao provienen de plantaciones sin trabajo infantil, sino que trabaja activamente para combatir las causas que provocan que niños y niñas tengan que trabajar. El Comercio Justo proporciona unos ingresos mejores y más estables a los padres y madres de estos niños, así como formación técnica y prefinanciación que permiten aumentar la productividad y evitar endeudamientos insostenibles, desincentivando de esta forma tener que recurrir a la fuerza de trabajo de sus hijos menores durante los meses de cosecha. En paralelo, el Comercio Justo incita a las y los productores a que destinen la prima que reciben por vender a través de estos canales alternativos en proyectos comunitarios, siendo las escuelas y la formación de profesorado local unas de las iniciativas más habituales.

El cacao de Comercio Justo representa una alternativa real, práctica y concreta a los distintos aspectos y desafíos que caracterizan al injusto sistema de producción y comercialización del cacao en el mundo. Sin embargo actualmente sólo un poco más 1% del cacao que se consume en el mundo es de Comercio Justo. Está en las manos de cada uno de nosotros cambiar esta realidad y conseguir que aumente este porcentaje, consumiendo cacao de comercio justo aportamos nuestro grano de arena en la lucha contra la explotación infantil.

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